¿Quién está tras la cuenta secreta WA356115.000?

Un banco suizo y en un paraíso fiscal ofrece un doble blindaje al beneficiario del dinero

La propia Midway, una o varias personas físicas o jurídicas. Cualquiera puede ser el titular de la cuenta secreta a la que fueron a parar al menos 475.000 dólares transferidos desde una sucursal del Arab Bank en Valencia.

F. Arabí, Valencia

En el mundo existen sólo 48 paraísos fiscales propiamente dichos. Los que figuran en la lista del real decreto 1080/1991 de 5 de julio elaborada por el Ministerio de Economía y Hacienda. Curiosamente, las dos sociedades que han facturado al Consell al menos 533 millones por extras derivados del contrato de Julio Iglesias tienen mucho que ver con tres de estos lugares: Islas Vírgenes Británicas, Bahamas y las Islas del Canal (Guernesey y Jersey).

En el caso de Midway, la firma ordenó transferencias a Nassau (Bahamas), islas caribeñas que figuran en el número 12 de la citada relación. Los paraísos fiscales amparan este tipo de sociedades instrumentales. Ningún otro país admite la domiciliación de estas firmas off-shore, radicadas en un lugar en el que permanecen inactivas, con el fin de burlar los impuestos. Tanto en el país en el que actúan, España en este caso, como allí donde residen. Midway eligió la República de Irlanda, un Estado que si bien no puede considerarse paraíso fiscal, era hasta el año pasado uno de los pocos lugares europeos (con Luxemburgo, Andorra o Gibraltar, de distinto modo) con ventajas impositivas.

Los paraísos fiscales ofrecen una segunda ventaja, casi más interesante que la indulgencia impositiva: la confidencialidad de su sistema bancario. Si se cuenta con el añadido de tratarse de un banco suizo, caso de UBS, a donde fueron a parar los 76 millones transferidos por Midway desde Valencia, el asunto se convierte ya en blindaje a prueba de jueces. El titular de la cuenta numerada y secreta WA356115.000 en UBS Nassau puede ser la propia Midway, pero no hay que descartar que tras ella se escondan una o varias personas físicas. O jurídicas. No hay que descartar nada, según observa un experto en derecho mercantil internacional.

Residentes en las Islas del Canal

Simon Ashley Couldridge y Anntoinette Caragh Couldridge son familiares y residentes en Channel Islands (Islas del Canal), según documentación en poder de este diario. El primero dirigía Midway International. Las islas de Guernesey y Jersey figuran también entre aquellos territorios considerados de régimen impositivo benevolente y contra los que en los últimos años han combatido los gobiernos de la Unión Europea (UE), incluido el español..

Midway International Ltd no presentó cuentas en el registro mercantil de su país, como es preceptivo, pero su carácter multinacional está fuera de dudas: domiciliada en Irlanda, cobró a una empresa pública valenciana -IVEX- por supuestos servicios en México, y ordenó transferencias a Bahamas, a través de un banco árabe y otro suizo.

CONTRATO DE JULIO IGLESIAS

La firma irlandesa envió dinero del IVEX desde Valencia a las Bahamas

El titular de la cuenta goza del doble blindaje del banco suizo y del paraíso fiscal

CONTRATO DE JULIO IGLESIAS

La firma irlandesa operó desde Valencia y transfirió 475.000 dólares del IVEX a Bahamas

Midway ordenó al Arab Bank de la calle Colón la transferencia a través de un banco suizo en Nueva York

La sociedad Midway International, que cobró al menos 153 millones de pesetas del IVEX, estaba domiciliada en Irlanda, pero operó desde Valencia. El 14 de abril de 1999 ordenó, a través de una persona autorizada, transferir casi medio millón de dólares a una cuenta numerada y secreta en el banco suizo UBS en el paraíso fiscal de Nassau (Bahamas). La operación se llevó a cabo desde la oficina del Arab Bank en la calle Colón de Valencia. El dinero se canalizó a través de cinco sucursales.

Francesc Arabí, Valencia

La sociedad Midway International Ltd estuvo domiciliada, en el tiempo en el que cobró al menos 153 millones de pesetas del Consell por montar el recital de Julio Iglesias en México, en el número 65 de Cliff Road, en Tramore, ciudad ubicada en el Condado de Waterford (República de Irlanda).

Las personas que aparecen en el registro mercantil de su país como socios de Midway son Gail Walsh y Stephen Hickey, quien firmó las facturas remitidas al Instituto Valenciano de la Exportación (IVEX). Ninguno de los dos tiene apellido valenciano, pero ni a ellos ni a esa empresa les debe resultar extrañas estas tierras. Midway operó desde Valencia. La mayor parte de los 521.000 dólares (unos 83 millones de pesetas al cambio de la fecha) que cobró el 1 de abril de 1999 como adelanto por el recital mexicano -operación de la que informó ayer este diario- acabó en una cuenta numerada secreta en el paraíso fiscal de Bahamas.

La operación para sacar el dinero de España y ponerlo a buen recaudo en el Caribe fue tan rápida como sencilla y no dejó más rastro que el justificante de la transferencia ordenada desde un lugar muy poco irlandés: la calle Colón de Valencia. Alguien, en nombre de Midway, recogió los cinco cheques nominales emitidos por Bancaja a favor de la firma irlandesa.

Se trataba de efectos bancarios nominales, por lo que un apoderado de la sociedad tuvo que endosarlos necesariamente para proceder al cobro. Pero los talones no se hicieron efectivos en la sucursal del banco suizo UBS en Washington, entidad que figuraba como pagadora. Los cheques fueron llevados a la oficina del Arab Bank en Valencia. Se hicieron las comprobaciones de rigor para cerciorarse de que existían fondos en UBS Washington y, por tanto, de que eran válidos. El 14 de abril alguien ordenó en nombre de Midway que buena parte de esa cantidad -475.000 dólares- fuese ingresada en el depósito bancario de la entidad suiza UBS en Nassau. Fue coser y cantar. A través de lo que técnicamente se denomina un swift bancario, una transferencia de dinero líquido, los aproximadamente 76 millones de pesetas llegaron al Caribe, previo paso por la oficina central del Arab Bank en España, que envió la cantidad a su sucursal de Nueva York. De ahí, el dinero pasó a la oficina que en esa ciudad tiene UBS, para dar el salto hasta Nassau y quedar ingresado en la cuenta WA356115.000.

El único rastro del dinero es el justificante del swift que se reproduce en esta página. En este documento aparece la clave de seguridad de 32 dígitos que garantiza al beneficiario de esas transferencias una mayor operatividad en caso de que algo falle. Nadie es perfecto.

CONTRATO DE JULIO IGLESIAS

El Consell adelantó otros 83 millones a la firma de Irlanda por el recital de Julio Iglesias en México

Los pagos en paraísos fiscales suman ya 533 millones y Midway cobró 153 por un solo concierto

Otros pagos por 521.000 dólares -unos 83 millones de pesetas- elevan ya a 533 millones la cantidad abonada por el Consell como extras del contrato de Julio Iglesias, en su mayoría en paraísos fiscales. La firma irlandesa Midway International, disuelta después de los cobros al IVEX, percibió 153 millones por organizar el recital del artista en México, en abril de 1999. El banco pagador de ese medio millón de dólares, como adelanto por ese concierto, fue el suizo UBS, a través de una sucursal en Washington.

Francesc Arabí, Valencia

Y van 533 millones de pesetas. Al menos esa cantidad ha sido abonada por el Consell, a través del Instituto Valenciano de la Exportación (IVEX), a las sociedades Midway International e International Concerts, esta última ligada a Julio Iglesias, en diversos pagos relacionados en su mayoría con facturas por organizar los recitales que dio el cantante en virtud del contrato de promoción de los productos valencianos.

La firma irlandesa Midway cobró al menos 460.000 dólares (unos 75 millones de pesetas al cambio) el 12 de mayo de 1999 por montar el recital que dio Julio Iglesias el 10 de abril. De esa cantidad se derivaron, tal como informó este diario, casi 11 millones a Distar Producciones, la empresa de uno de los organizadores del festival de Benidorm con Zaplana de alcalde.

Pero el recital mexicano salió bastante más caro. Diez días antes del concierto, el IVEX también ordenó a Bancaja que emitiese cinco cheques bancarios en divisas a favor de Midway, para que la empresa los hiciese efectivos a través de la sucursal de la Union de Bank Suisse (UBS) en Washington. Exactamente la misma forma de pago que se utilizó para los citados 75 millones.

Los cinco cheques emitidos por orden de los responsables del IVEX iban numerados correlativamente desde el 109.895 hasta el 109.899 por las siguientes cantidades: 128.742, 155.143, 79.578, 86.997 y 70.415, dólares respectivamente. La cantidad total asciende a 520.853 dólares americanos, unos 83.340.000 pesetas al cambio de esa fecha. El montaje del recital de Julio Iglesias en la capital mexicana se eleva a 153 millones de pesetas, cobrados íntegramente por la firma irlandesa domiciliada en el Condado de Waterford (República de Irlanda). Midway fue disuelta poco después de estos cobros. En su corta vida, esa sociedad no presentó jamás las cuentas en el registro mercantil de su país -en la llamada Companies Registry Office-, como es legalmente preceptivo.

Si se suman los pagos realizados a las dos firmas citadas, la mayoría de ellos en paraísos fiscales, a los 375 millones pactados oficialmente como emolumentos del artista, la cifra global abonada por el contrato del cantante ascendería ya a 908 millones de pesetas. La cantidad se aproxima cada vez más a los 990 millones que pactaron en julio de 1997 las dos partes (Generalitat y Julio Iglesias) como remuneración por promocionar los productos valencianos.

En la negociación del preacuerdo intervino Eduardo Zaplana, según se desprende de una carta remitida por el representante de Julio Iglesias, Luis Fernando Esteban, al jefe del Consell, el 25 de julio de 1997, meses antes de rubricarse el acuerdo. El borrador se modificó y los 990 millones se redujeron a 375. La oposición, PSPV y EU, siempre ha sospechado que entonces se pactó que el resto sería facturado por sociedades instrumentales como las dos antedichas en concepto de organización de recitales.