Un artículo de opinión de José Serra Peris, aparecido en Levante-EMV de 9-11-2002 que reproducimos por su interés

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9-11-2002  

  Playas, 

recurso escaso en peligro de desaparición. 

Sobre el Plan Estratégico 2002-2015 del Puerto de Valencia

José Serra Peris

(Catedrático de Puertos y Costas de la Universidad Politécnica de Valencia)

El pasado 6 de noviembre la Autoridad Portuaria de Valencia, presento a la sociedad valenciana su Plan Estratégico 2002-2015. La APV baraja dos alternativas de ampliación de sus instalaciones: Valencia Norte y Sagunto Sur; vistas ambas no puedo resistir la tentación de realizar una pequeña aproximación a los efectos que sobre el entorno costero-litoral tendrán las propuestas planteadas.

Valencia Norte. 

La influencia del Puerto de Valencia sobre el entorno costero-litoral es bien conocida. Desde sus inicios ha condicionado la evolución de las playas al norte y sur. La existencia de las obras de abrigo originaron un avance medio superior a los quinientos metros en las playas al norte, Malvarrosa y Cabañal, atrapando más de ocho millones de metros cúbicos de arenas hasta el momento. Al sur del puerto, además de la desaparición de la playa de Nazaret, se ha producido un retroceso de quinientos metros de la línea de costa, y la perdida de más de veinte millones de metros cúbicos, si incluimos el asolamiento del campo dunar que existía en la playa del Saler.

Valencia Norte

La última ampliación del Puerto de Valencia, sin aumentar el nivel de barrera al transporte sólido litoral, significó la modificación de las condiciones de contorno de las playas de Pinedo, Saler y La Dehesa, dando paso a un nuevo proceso erosivo de las playas situadas al sur del puerto. Curiosamente la ampliación se calificó como que no provocaría impacto en las playas al sur, pero la oportunidad de hallarme realizando un seguimiento de las playas al norte y sur del puerto, durante el periodo de ejecución de las obras y tras su ejecución, me permitió detectar una onda de erosión, originada por las obras de ampliación, y que desde Pinedo fue desplazándose hacia el sur, provocando importantes retrocesos y poniendo en precario diversas infraestructuras de la costa.

Centrándome en la ampliación propuesta quisiera aislar los efectos que provocaría al norte y al sur:

-Al norte, en las playas del Cabañal y Malvarrosa, la ampliación provocaría dos tipos de impacto. Por un lado, es evidente que la imponente obra de abrigo, y su arranque normal a la línea de costa actual, significará un impacto visual importante, generando un efecto de playa cerrada que puede provocar cierto rechazo en los usuarios de la misma. El segundo impacto previsto puede tener consecuencias peores. La actual disposición de las obras de abrigo del puerto permiten a la dinámica una forma en planta rectilínea, pero la planta prevista en la ampliación provocará un hiperbasculamiento de las playas sobre el dique de abrigo propuesto, que se significaría por un aumento excesivo de la anchura de la playa en el entorno de Las Arenas, mientras que en el extremo norte, Malvarrosa, Vera, Patacona, se inducirá un retroceso de la playa, que podría, incluso, poner en peligro el actual paseo marítimo, y a medio y largo plazo los efectos negativos alcanzarían áreas más al norte, Alborada, Carraixet.

-Al sur del puerto no podemos asumir que la ampliación no vaya a provocar ningún impacto. La ampliación, sí que provocará un impacto, y negativo, en las playas de Pinedo, el Saler, la DehesaÉ Las obras propuestas vuelven nuevamente a modificar las condiciones de contorno de las playas mencionadas, y de nuevo se originará una onda de erosión que recorrerá la playa desde Pinedo hasta las playas más al sur, poniendo en peligro las recientes actuaciones de recuperación del Saler, y poniendo en peligro también el espacio a proteger de la Albufera y la Devesa.

Sagunto Sur. 

La alternativa Sagunto Sur no es mejor, desde el punto de vista del impacto sobre el medio abiótico, que Valencia Norte. En este caso los impactos más significativos se centran en la costa al sur del puerto, no parece que al norte aporte un valor añadido que mejore o empeore la situación actual, habría que analizar en profundidad la propuesta. Centrándonos en los efectos al sur podemos destacar dos impactos:

-En el entorno más próximo es evidente que la forma en planta propuesta encierra un área marítima entre la obra de abrigo y la línea de costa, las consecuencias pueden ser dos; por un lado se genera un área de aguas no renovables, con escasa o nula agitación, y el riesgo de generar una zona eutrófica, ambientalmente algo no deseable; por otro lado, y desde el punto de la costa, el espacio puede convertirse en una trampa de sedimentos que originaría efectos recesivos hacía el sur, y se cristalizaría la dinámica natural del entorno. Por descontado que el área perderá toda posibilidad de un uso lúdico o ambiental, y puede terminar degradándose hasta un punto que conduzca el entorno a un uso industrial.

-El segundo impacto afectaría a la estabilidad de la costa situada al sur del puerto de Sagunto. Es conocido el impacto negativo que representa el puerto de Sagunto sobre las playas situadas al sur, y que ha afectado a la estabilidad del hemitómbolo del Puig, forma costera singular y desconocida que merecería una mayor atención, y que actualmente a duras penas aguanta sujetado por diversas obras de defensa de dudosa efectividad. A la actual situación de recesión de las playas de Pujol, Puig, Puebla, habrá que añadir, en el caso de prosperar la propuesta, un efecto multiplicador, dificultando aún más la protección del frente litoral, cuando no puede poner en peligro el desarrollo urbanístico en expansión y las infraestructuras que se desarrollan junto a la costa.

Conclusión. 

Parece evidente que las alternativas propuestas, en ambos casos, representan un impacto negativo para el litoral del entorno, para un litoral ya muy castigado, que a largo plazo puede alcanzar a zonas costeras muy alejadas de la zona de actuación. En el caso de Sagunto el frente afectado alcanzaría incluso las playas de la ciudad de Valencia, y en el caso de Valencia la zona de afección se extendería desde Alboraia hasta Cullera, como poco, afectando al enclave de la Albufera, o la Marjal del Moro en el caso de Sagunto. Entre líneas podemos leer que en un primer estadio puede ser que se opte por una de las propuestas, pero quien garantiza que no se adopten las dos.

No debemos olvidar que las playas son un recurso escaso, es un medio endémico en peligro de desaparición, y no podemos permitirnos el lujo de en unos tiempos en que se habla, y se insiste, en el desarrollo sostenible, poner en peligro el recurso: ¿está la sociedad valenciana dispuesta a perder sus playas?

Pienso que las alternativas propuestas no son las más adecuadas para la conservación del litoral. Es imprescindible avanzar en un mejor conocimiento del medio, es necesario analizar en profundidad, y con independencia, los impactos que ambas alternativas suponen para garantizar el desarrollo sostenible. Y hay que profundizar, sin triunfalismos, si son necesarias en realidad las propuestas avanzadas.

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